Clostridioides difficile: relevancia en hospitales, ribotipos y reprocesado esporicida de endoscopios

  • El Clostridioides difficile es uno de los patógenos nosocomiales más frecuentes y que también está presente fuera de los centros hospitalarios.

  • El ribotipo hipervirulento 027 tiene como consecuencia la evolución a enfermedad grave y un aumento de la mortalidad en numerosos países de todo el mundo.

  • Si los endoscopios flexibles se limpian y desinfectan bien después de cada uso en el paciente, de acuerdo con las evidencias actuales, los procedimientos endoscópicos no suponen ningún riesgo en cuanto a la transmisión del Clostridioides difficile.

El Clostridioides (antes Clostridium) difficile (C. difficile) se considera uno de los patógenos más frecuentes que causan diarreas nosocomiales y asociadas a antibióticos. La cifra de infecciones por C. difficile (ICD) que se producen mundialmente ha aumentado considerablemente desde el año 2000. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio publicado en 2014, este patógeno causó el 12,1 % de todas las infecciones nosocomiales notificadas en los hospitales de EE. UU. 9. Las ICD prolongan las hospitalizaciones en EE. UU. entre 2,8 y 10,4 días y causan costes de 42.000 dólares estadounidenses por caso. Los pacientes mayores y las personas con enfermedades subyacentes y comorbilidades graves están especialmente en riesgo. Sin embargo, el C. difficile también es un problema creciente fuera de los centros hospitalarios. De esta manera, se ha observado también un aumento de la incidencia de las ICD fuera de los centros hospitalarios en los últimos años.

Propagación del ribotipo hipervirulento 027

Al mismo tiempo se ha observado un aumento en el número de casos y brotes graves. Esta evolución se puede atribuir en particular a la propagación de una cepa hipervirulenta del patógeno C. difficile, ribotipo 027 (RT 027). El RT 027, que tiene su origen en América del Norte, se ha propagado en dos líneas epidémicas diferentes hasta regiones como Europa, Australia y Corea del Sur, como se ha demostrado en análisis genéticos. El RT 027 presenta un incremento en la producción de las toxinas que desencadenan la enfermedad. Por ejemplo, esta cepa libera 16 veces más enterotoxinas y 23 veces más citotoxina B. El RT 027 también produce la toxina binaria CDT. Las infecciones con la cepa causan una tasa de mortalidad considerablemente superior. Asimismo, el RT 027 es resistente a varios antibióticos, en especial a las fluoroquinolonas.

Los ribotipos 001, 014, 017, 078 y 176 son otras cepas del C. difficile relacionadas con casos y complicaciones graves descritos. En las cepas patogénicas también se incluye el ribotipo 106. Esta cepa, que se identificó por primera vez en Reino Unido, se ha extendido por todo el mundo y ha reemplazado al RT 027 como la cepa más prevalente en EE. UU. En estudios se ha llegado a la conclusión de que el RT 106 causa una enfermedad menos grave que el RT 027 1. Sin embargo, los pacientes infectados con la cepa RT 106 tienen muchas más probabilidades de sufrir múltiples recaídas por ICD.

El C. difficile en la endoscopia

A pesar de que el C. difficile es muy contagioso, hasta ahora solo se ha podido documentar un caso de posible transmisión después de una colonoscopia 8. Por lo tanto, se considera que el riesgo de desarrollar diarrea asociada al C. difficile (DACD) tras un procedimiento de endoscopia gastrointestinal, es bajo. No obstante, en otro estudio se ha demostrado que 10 de cada 15 colonoscopios estaban contaminados con el C. difficile inmediatamente después de haberlos usado en pacientes con DACD 7.

En cuanto a la seguridad de los pacientes, la limpieza manual a fondo después de un lavado y desinfección automáticos en lavadoras desinfectadoras de endoscopios (LDE/ERA) desempeña un papel determinante. Para reprocesar los endoscopios de forma segura se emplean procesos automáticos validados y los procesos usados para las LDE/ERA deben demostrar ser efectivos contra las esporas bacterianas según la norma ISO 15883-4. Además, con la norma EN 17126, desde 2018 existe un nuevo método de prueba para demostrar la eficacia esporicida de los desinfectantes químicos, incluso cuando las esporas del ribotipo 027 del C. difficile se utilizan como microorganismos de prueba. Según esta norma, el desinfectante debe reducir el número de esporas en al menos 4 log 10 en un plazo de 60 minutos.